En los pergaminos ocultos se lee la profecía:"Cuando la luz crea haber vencido, Sacrilegium retornará. Sus guitarras serán espadas, sus bajos cadenas de hierro, sus tambores cañones de trueno, y sus teclados portales al Averno. El sacrilegio será eterno, y ninguna fuerza en el cielo ni en la tierra podrá silenciarlo."
Hoy, Sacrilegium no es solo una banda. Es un culto vivo, un sigilo ardiente grabado en carne y espíritu. Su nombre es blasón de guerra. Su sonido, un grimorio prohibido. Sacrilegium no muere. Sacrilegium retorna.